La medina de Tetuán, en la que el espacio y el tiempo parecen detenerse, una de las medinas más completas de Marruecos, fue fundada por andalusíes en 1484 y posteriormente configurada por las oleadas sucesivas de mudéjares y moriscos tras su expulsión de la Península en 1609. Su gran atractivo proviene del asentamiento del cruce de culturas muy diversas en la que gran parte de sus raíces son andalusíes. Tetuán y su medina son y han sido la puerta de entrada y salida entre África y Europa y representan el símbolo de una historia común entre España y Marruecos.
En palabras de Juan José Ponce Sánchez, comisario de esta exposición, “Pepe Ponce, fotógrafo infatigable e incorregible, premisa que el Arte requiere de sus emisarios, ha sabido retener en imágenes desde el objetivo de su cámara fotográfica, con la maestría que es dada solo a los elegidos, el sosiego y la inquietud, los silencios, los trasiegos, la nobleza de los oficios artísticos, lo humano y lo divino, lo obvio y lo invisible de esta Medina de Tetuán, Patrimonio de la Humanidad, amenazada”.